Lo que aprendimos en el Gran Salón Inmobiliario: reflexiones de inversión más allá de la emoción.
El 21, 22 y 23 de agosto estuvimos en Bogotá participando en el Gran Salón Inmobiliario en Corferias, acompañados por varios miembros del Club Invierte en Inmuebles.
Nuestro propósito fue claro: identificar alternativas de inversión atractivas, analizar las tendencias del mercado y abrir conversaciones con constructoras que ofrezcan proyectos con verdadero potencial de rentabilidad.
De esta visita salieron aprendizajes clave que queremos compartir contigo:
⸻
1. La sobreoferta en rentas turísticas sigue encendiendo alertas
Uno de los hallazgos más notorios fue la abundancia de proyectos enfocados en rentas cortas en ciudades como Santa Marta y Cartagena.
Vimos proyectos con miles de unidades concentradas en apenas unos kilómetros de playa.
Algunos con áreas absurdamente pequeñas, desde 17 m², más parecidas a habitaciones de hotel que a apartamentos.
Precios que oscilaban entre $15 y $18 millones por metro cuadrado, incluso en zonas que no son realmente turísticas.
Esto genera dudas importantes sobre la rentabilidad real:
La inevitable competencia y canibalización entre propietarios reducirá las tarifas.
Los costos de energía y mantenimiento en la Costa Atlántica siguen siendo elevados.
Los problemas estructurales de servicios públicos en Santa Marta siguen sin resolverse.
Aunque puedan parecer opciones llamativas, la rentabilidad proyectada difícilmente se sostendrá en el tiempo.
2. La emoción de la “casa propia” domina la feria
Otro aspecto muy presente en el evento fue la estrategia emocional alrededor de la vivienda propia.
Muchos stands promovían proyectos VIS o “la casa de tus sueños”.
Incluso encontramos dinámicas como hacer sonar una campana cada vez que alguien compraba un apartamento, generando aplausos y celebración a su alrededor.
Sin embargo, como inversionistas debemos evitar caer en esa trampa emocional. Comprar movido por la euforia del momento, sin revisar cifras ni hacer un análisis de mercado, puede terminar en decisiones poco rentables.
3. Tendencias hacia áreas más pequeñas y nuevas tipologías
En Bogotá identificamos una tendencia: la construcción de unidades más pequeñas gracias a la flexibilidad normativa.
En algunos proyectos se aprovecha la doble altura para crear un mezzanine y separar la alcoba, generando mayor funcionalidad en áreas reducidas.
Mientras en Medellín el área mínima aún ronda los 60 m², en Bogotá se están moviendo con productos mucho más compactos, lo cual empieza a marcar una tendencia de mercado.
La clave está en analizar dónde realmente tienen demanda estas propuestas y no dejarse llevar por la moda del metraje reducido.
4. Inversión internacional: atractiva pero compleja
Durante la feria también encontramos proyectos en Panamá. Aunque las oportunidades parecían atractivas, los montos de entrada eran muy altos y la salida de la inversión no estaba del todo clara.
Sin embargo, descubrimos una empresa que se especializa en vender proyectos diseñados para compradores finales panameños, no únicamente para inversionistas extranjeros. Este enfoque puede representar una opción interesante a futuro, pues facilita la rotación y reduce el riesgo de quedarse atado a un activo difícil de revender.
5. Oportunidades sólidas con rentabilidades superiores al 8%
Más allá de la emoción y de las tendencias cuestionables, también encontramos proyectos bien estructurados que ofrecen rentabilidades netas entre el 8% y el 11% anual.
Lo más importante:
Son desarrollados por constructoras sólidas.
Están ubicados en zonas con demanda comprobada.
Permiten negociar condiciones adicionales, más allá de los descuentos de feria, gracias al respaldo de ir como Club de inversionistas.
De hecho, todos los promotores con los que hablamos estuvieron dispuestos a escuchar nuestras condiciones y abrir la puerta a alianzas estratégicas.
6. La importancia de invertir con cabeza fría
Tal vez el mayor aprendizaje fue este:
“La labor de un inversionista no es dejarse llevar por la emoción de una feria ni por frases como ‘solo por hoy’. Invertir requiere calma, análisis, escenarios y decisiones informadas.”
Por eso, durante todo el recorrido con más de 40 miembros del club, nunca buscamos presionar a nadie a comprar. Nuestro compromiso es llevar información clara, analizar con rigor y luego compartir al Club aquellas oportunidades que realmente construyen patrimonio.